Cinco cosas que no sabias del Hielo

Curiosidades del Hielo

Probablemente, muy pocas veces te has puesto a pensar realmente en el hielo, ¿no es así? ¿Qué sabes realmente sobre este estado del agua? Veamos… básicamente es un estado natural del agua (congelada y en estado sólido), es muy frío y tiene un color algo translúcido y blancuzco, alcanza este estado a una temperatura de 0 °C, se produce en forma artificial, aunque ocurre ampliamente en la naturaleza y bueno, es el gran aliado en las bebidas durante el verano… ¿nada más? Pues permíteme enseñarte este breve y divertido recorrido en el cual veremos algunas curiosidades sobre el hielo que no conoces y que son de lo más interesantes.

Existen diferentes tipos de hielo

¿Creías que existe sólo un tipo de hielo? Pues no, de hecho existen 16 tipos de hielo con diferentes propiedades conocidas por la ciencia y el tipo de hielo más común o al que más acostumbrado estás, el que tienes en la heladera, es el hielo tipo IV. Entre los tipos de hielo clasificados del I al XV, sus diferencias básicamente están en las estructuras de sus cristales y algunos tipos tienen propiedades de lo más sorprendentes bajo determinadas circunstancias especiales. Por ejemplo, el hielo tipo XI presenta una polarización eléctrica que puede manipularse.

El hielo es menos denso que el agua

Bueno, en realidad este punto lo deberías tener bien en claro. En varias oportunidades anteriores te expliqué muchas cosas acerca de la densidad, por ejemplo cuando vimos experimentos caseros de densidad de líquidos o bien cuando te enseñé cuál es la densidad del agua del mar, ¿recuerdas? Pues como te lo había mencionado en éstas oportunidades, para entender por qué el hielo es más denso que el agua debemos hacer referencia a las cargas que todas las partículas poseen, la carga de una partícula es en esencia la propiedad física que hace que una fuerza pueda sentirse al acercarse a otra que también está cargada, ¡lo mismo que pasa con lo imanes!

Hay 2 tipos de cargas: positiva y negativa. Las cargas opuestas se atraen, al tiempo que dos cargas iguales se van a repeler. En el agua, cada partícula se compone de 2 átomos de hidrógeno (H) que están unidas a 1 átomo de oxígeno (O), puesto que el oxígeno atrae las cargas negativas del hidrógeno hacia sí mismo. Como resultado, se logra una carga neutral (el oxígeno obtiene cargas negativas y el hidrógeno positivas). Cuando un líquido como el agua (H2O) se congela, las partículas comienzan a moverse en la sustancia y se colocan muy cerca unas de las otras, formando enlaces muy fuertes. Al haber muchas partículas juntas, enlazadas y apretadas en un mismo lugar, se forma un sólido y el sólido es más denso que el líquido. Cuando el agua se congela y solidifica, las cargas negativas del oxígeno empujan a las partículas, las moléculas de agua se expanden más y más, y entonces ahora el hielo, reduce su densidad. Al congelarse, la densidad del hielo disminuye un 9%. Cabe destacar que esto no ocurre con el hielo tipo III, que es más denso que el agua y que se hundiría si lo colocas en un vaso.

El hielo de los glaciares es fundamental para la vida

Darle un papel co-protagónico a un enorme glaciar en una película bien taquillera no es suficiente para admirar, respetar y cuidar algo tan fundamental para la vida en nuestro planeta como lo son los glaciares y el hielo que los compone. No, en serio, cerca del 10% de la Tierra está cubierta por glaciares, estos están hechos de hielo (que en esencia es agua) y son primordiales para la existencia de nuestra especie.

¿Sabías que 3/4 partes de toda el agua dulce del mundo está contenida en los glaciares? Imagina toda, toda el agua dulce del mundo, la de todos los lagos del mundo… bueno, ¡no es nada en comparación a la que se encuentra congelada en los polos! No es necesario hacer muchas aclaraciones más: si los polos se derritieran, estaríamos varios metros bajo el agua. Así que, procura no incidir en el derretimiento de los mismos, cuida el medio ambiente o aprende a nadar…

El estudio del hielo y las bases en la Antártida

¿Por qué crees que hay tantos científicos que se van nada más ni nada menos que a la Antártida para estudiar el hielo? Claro, porque el hielo es muchísimo, pero muchísimo más interesante de lo que podías llegar a imaginar. La mayor parte de las investigaciones científicas de toda clase se desarrollan en grandes masas de hielo como en la Antártida (la mayor masa de hielo puro del planeta) o en Groenlandia y otra buena razón para hacerlo allí es la antigüedad del hielo de estos lugares.

Kilómetros y kilómetros bajo el hielo de estos lugares, hay capas que se congelaron hace cientos de miles de años, conservados perfectamente y capaces de brindarnos toda clase de información acerca del cambio climático a lo largo de la historia, el efecto de los gases de invernadero, su evolución con el paso del tiempo y mucho más. Muchas de estas investigaciones se desarrollan a partir de las extracciones de núcleos de hielo y cada año, numerosos grupos científicos viajan hasta estos inhóspitos lugares desde diversas partes del mundo.

El hielo es un indicador de vida extraterrestre

¿Cuántas veces has leído noticias en las que se asegura haber encontrado indicios de “vida extraterrestre” y en realidad no se trataba más que de una capa de hielo en un cuerpo que no es la Tierra? Muchas, ¿verdad? Bueno, lo que pasa es que el hielo es un importante indicador de vida extraterrestre, ya que como vimos, el hielo es un montón de hidrógeno y oxígeno comprimido de diversas maneras, bien apretado y formando enlaces moleculares, y sucede que estos 2 elementos son de los básicos para que exista la vida.

De hecho, permíteme contarte que el universo está repleto de estos dos elementos, especialmente el hidrógeno, que es el más abundante que existe, y muchísimos son los científicos que aseguran que el agua de la Tierra vino en cometas y asteroides con hielo que golpearon nuestro planeta hace mucho, pero mucho tiempo. Por otra parte, se sabe también que la vida se abre paso en ambientes tan hostiles como este y se conocen numerosas especies capaces de subsistir, por ejemplo, en lo más profundo del hielo de la Antártida, en forma de organismos microscópicos, pero vivos al fin y al cabo. Hoy se sabe que las lunas de Júpiter y Saturno, por poner otro ejemplo, tienen grandes capas de hielo en los que es más que probable que exista la vida. Claro, no como la imaginan en Hollywood, pero otra vez, vida de todos modos…

 

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